Este martes presentaron desde Unión por la Patria un proyecto que tiene como objetivo la elaboración de un informe por parte del Departamento Ejecutivo para conocer la planificación actual en materia de gestión ambiental de residuos especiales como pilas y baterías en desuso, así como las estrategias elaboradas a futuro en cuanto a la recuperación de materiales metálicos que se desprenden de dichos elementos.
Las pilas y baterías se encuentran formadas por distintos elementos químicos y metálicos que, una vez finalizada la vida útil de las mismas, producto de la corrosión que sufren en sus carcasas externas, pueden derramar sus electrolitos, que a su vez se disuelven y arrastran dichos metales a los suelos y al agua. Es por esta razón que las pilas y baterías en desuso, de cualquier tipo, se clasifican como residuos peligrosos universales.
Existen diversas formas de darle tratamiento a este tipo de residuos, como la inmovilización de su contenido peligroso, ya sea mediante la vitrificación, cementación o ceramización, que usualmente se realiza dentro de tubos de PVC que posteriormente se sellan, aunque no resuelve la utilización o destino de los materiales resultantes. Es en este sentido que hay otros procesos de tratamiento para su reciclado, que favorecen el cuidado del medio ambiente y la economía circular.
Desde el año 1993 existe en General Pueyrredon una Ordenanza que encomienda al Departamento Ejecutivo el almacenamiento de pilas eléctricas en desuso recolectadas por entidades públicas y privadas dentro de contenedores especialmente afectados y adaptados para esto. De la misma manera, establece específicamente el tratamiento de este tipo de residuos, así como señala que debe ser el gobierno municipal el encargado de establecer dichos procedimientos y criterios a fines de evitar la contaminación del ambiente. En el mismo sentido, se han presentado decretos y comunicaciones que van por el mismo camino: desde jornadas de trabajo para tratar la problemática de las pilas hasta informes al ejecutivo municipal para conocer la recolección mensual en los recipientes “comepilas”, recipientes implementados en la vía pública y en lugares privados con el objetivo de recibir las pilas o baterías agotadas o sulfatadas.
“No contamos con información oficial ni clara sobre qué se debe hacer con las pilas o baterías que, hay un segmento dentro de la página de la municipalidad que indica que las pilas botón y las baterías recargables no deben tirarse en bolsas de residuos, aunque sí las pilas alcalinas comunes, cuestión que no es recomendable porque se trasladan junto a toda la basura de la ciudad y termina siendo un foco de contaminación: la propia página afirma que las pilas alcalinas contaminan hasta
175.000 litros de agua”, afirma Diego García, autor del proyecto, y para finalizar señala que “el acceso a la información resulta uno de los puntos claves en el desarrollo y evaluación de políticas públicas, es por esto que elevamos este pedido”.