El otro hallazgo se realizó a 50 metros al norte del primero, en este caso, por parte de Vanesa Moran, colaboradora del equipo de paleontología del Museo Scaglia, quien dio con uno de los animales prehistóricos más esquivos: Pampatherium typum.
Se trata de un armadillo terrestre gigante con caparazón móvil similar en apariencia a un tatu carreta pero de mayor peso y tamaño, podía llegar a los 250 kilos y dos metros de largo. Estos animales se encuentran entre los más especializados en la forma de vida fosorial, o sea, vivir en madrigueras subterráneas.
Se encontró gran parte del caparazón, la cadera, miembros posteriores y cola. El caparazón se conforma por placas fijas y tres bandas de placas móviles conocidas como teclas.
Tanto los elidoterios como los pampaterios formaron parte del grupo prehistórico de los cavadores: esta fauna es única a nivel mundial y es típicamente sudamericana, y cuenta con especímenes de más de mil kilos que vivieron parte de su vida bajo tierra.
En Argentina, la paleontología es una disciplina profesional que su actividad se encuentra regulada por la ley Nacional 25.743 de Protección del Patrimonio Arqueológico y Paleontológico.
En este sentido, se recuerda a los vecinos que el hallazgo de fósiles en la zona pueden ser denunciados al Whatsapp 2235758476 o al Centro de Registro del Patrimonio Arqueológico y Paleontológico (CRePAP) de la Provincia de Buenos Aires (centroderegistro@gmail.com).

