Se realizó una compleja reconstrucción anorrectal a una niña de siete meses que reafirma la capacidad del Materno Infantil

En los últimos días, el Hospital Materno Infantil fue escenario de un logro médico y humano extraordinario. Una compleja intervención quirúrgica realizada a Viole, una pequeña de siete meses, no solo le brindó una nueva oportunidad para una vida normal, sino que también reafirmó la capacidad, colaboración y el espíritu de la salud pública que define a la salud pública.

Un caso de máxima complejidad

Viole nació en el Hospital Materno Infantil de forma prematura y fue diagnosticada con una malformación congénita severa y poco común denominada Malformación Anorrectal (“MAR”). Esta condición implica que los conductos anal, vaginal y urinario no se desarrollaron de forma independiente, desembocando en uno solo. Además, presentaba otras complejidades, como nacer con un solo riñón. Desde su nacimiento, el equipo del HIEMI la acompañó. A los tres días de vida se le realizó una ostomía, el primer paso en un largo camino hacia su reconstrucción.

Trabajo multidisciplinario y colaboración de excelencia

El Dr. Alberto Dalú, Jefe del Servicio de Cirugía del HIEMI, destacó que el éxito fue posible gracias a «la coordinación de un equipo multidisciplinario», que involucró a cirujanos, neurocirujanos y múltiples especialistas del hospital. Para abordar un caso de esta magnitud, se extendió una invitación a una de las máximas referentes en la materia: la Dra. Marcela Bailez, ex coordinadora de los servicios quirúrgicos del Hospital Garrahan y actual consultora experta en estas patologías.

Dra. Marcela Bailez

La Dra. Bailez aceptó generosamente venir a Mar del Plata para colaborar en la cirugía. «Tuve la grata experiencia de participar en la reconstrucción de una paciente con una malformación muy compleja. Me encanta que sepan que podemos colaborar, que podemos trabajar juntos, que podemos evitar que estos niños se trasladen, siempre en el entorno de la salud pública», expresó.

Este evento consolida el fuerte vínculo entre el HIEMI y el Hospital Garrahan, demostrando que la colaboración entre instituciones públicas potencia las capacidades y beneficia directamente a los pacientes.

La Intervención: más de 9 Horas de precisión y esperanza

La cirugía de reconstrucción anorrectal fue un procedimiento largo y minucioso que se extendió por más de nueve horas. El objetivo, según explicó el Dr. Dalú, era «reparar y separar los conductos para establecerlos individualmente, como en un niño normal». Utilizando una vía laparoscópica, el equipo logró cumplir el objetivo principal con éxito.

Hoy, Violeta evoluciona favorablemente, un resultado que llena de orgullo a todo el equipo involucrado. Si bien requerirá controles y una futura intervención para cerrar la ostomía, el paso más importante ya se ha dado.

Formación: una oportunidad única para residentes

Realizar esta cirugía en el Materno tuvo un valor agregado fundamental: la formación. Como sede de residencias médicas, el procedimiento se convirtió en una clase magistral para los futuros especialistas.

Dr. Alberto Dalú

«El hecho de poder resolver la patología en nuestro medio es muy provechoso para nuestros residentes y médicos. Se aprovecha mucho porque pueden estar todos presentes viendo la cirugía», manifestó.

Esta experiencia no solo fortalece las capacidades del servicio, sino que garantiza la transmisión de conocimiento de vanguardia a las nuevas generaciones de profesionales.

El agradecimiento de la familia de Violeta

El testimonio de Yanel, la mamá de Violeta, es el reflejo más claro del impacto de nuestro trabajo. Su gratitud va más allá del éxito médico y se centra en la calidad humana del equipo.

«A pesar de tener obra social, elegimos atendernos acá por la calidad de los profesionales y el buen trato, que es excelente. Acá tenemos a todos los profesionales juntos y estamos tranquilos por la calidez humana que tienen. Para nosotros, son una eminencia», dijo Yanel.

Sus palabras nos recuerdan que detrás de cada procedimiento complejo hay una familia que confía en nosotros, y que la empatía y la cercanía son tan importantes como la pericia técnica.

Reafirmando el rol en la Salud Pública

El caso de Violeta es un ejemplo contundente de la capacidad resolutiva del HIEMI Tetamanti. Demuestra que, con un equipo capacitado, la colaboración entre instituciones y un enfoque centrado en el paciente, es posible abordar las problemáticas más complejas en nuestro propio hospital, evitando traslados y manteniendo a los pacientes en su entorno. «Este éxito nos impulsa a seguir trabajando por una salud pública de calidad, accesible y profundamente humana», expresaron desde la institución.

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